Por el 2º partido de la jornada de sábado, Pesquera Juancito venció a Mendoza de Regatas por 7 a 2.
Por más que en las declaraciones previas, ambos entrenadores se manifestaron muy cautos a la hora de hablar de la revancha de la final, lo de ayer en el Estadio de Velocidad y Resistencia, fue la final reeditada de la División de Honor, hubo de todo en este partido y los dos equipos dejaron todo su potencial en la cancha.
Un partido con un ritmo de primer nivel, sin pausas, con roce constante y jugado por momentos al borde lo reglamentario, con dos árbitros el misionero Hugo Alvarenga y Sergio Gil que estuvieron a la altura de las circunstancias.
Pesquera arrancó mejor y al minuto de juego sacó la primer ventaja con gol de Oscar Durtovich.
Pero Mendoza de Regatas respondió y fue Sergio Basile quien empató a los 3 minutos de juego.
Pero los marplatenses sacaron de mitad de cancha, y a los 15 segundos estaban 2 a 1, está vez apareció Hernán Méndez.
El partido allí se acomodó sólo un instante hasta que nuevamente sobre los 6 minutos Sergio Basile empató para los mendocinos.
En la cancha nadie podía creer el altísimo ritmo de juego que se estaba llevando, la pelota no frenaba un instante.
Mendoza de Regatas que parecía más armado en el plano físico, no lo fue así en la concentración y en pocos minutos destruyó todo lo que había construido, Pesquera se hizo fuerte y no perdonó.
De los 11 a los 14 minutos, los marplatenses convirtieron 4 goles para ponerse 6 a 2, y poder a partir de allí manejar el partido a través de la diferencia conseguida. Los goles Darío Fernández, y Gerardo Salazar en 3 ocasiones. El 6º gol producto de la laguna en la que entraron los jugadores de Regatas desconcertados de lo que estaba pasando, desembocó en la escapada casi desde mitad de cancha de dos hombres contra el arquero, algo que en este nivel de equipos es difícil de ver.
Allí Pesquera cerró el primer tiempo con retroceso de líneas defensivas y buen acople entre un sistema individual que por momento se transforma en zonal muy bien trabajado que no dejó entrar a los mendocinos.
Ese primer tiempo terminó caldeado entre la pierna fuerte, el manejo del juego del que tenía la ventaja, y la impotencia del otro que en 3 minutos casi resignó sus chances en el partido, destruyendo todo lo bueno que había hecho hasta ahí.
Muchas tarjetas para los dos equipos, algo normal entre tanta disputa de balón y de espacios. Y ambos equipos venían de ganar en la jornada anterior lo que hacía clave ganar este partido para mantener las aspiraciones de llevarse el torneo Super 4.
Pablo Stahringer intentó llevar tranquilidad desde el banco, replanteando un partido con 4 goles abajo y sabiendo que el rival iba a esperar, porque era el negocio más conveniente, Y el planteo era mucha rotación para provocar el desgaste de los hombres de Pesquera.
Pero algo no se esperaban, que los marplatenses que tienen a Pablo Díaz de entrenador, estuviesen tan concentrados en las marcas, planteando defensa individual, por momentos zonal, muchos cambios de marcas y desdoblamientos para tomar a los jugadores importantes mendocinos.
Ese segundo tiempo fue un ajedrez táctico, Pesquera cortó el ritmo que quería imponer Mendoza de Regatas, que tan sólo podía tener movilidad y dinámica hasta mitad de cancha porque luego le era imposible entrar.
La posesión de pelota fue practicamente de Mendoza de Regatas en todo el segundo tiempo, Pesquera la resignó para abroquelarse atrás y salir en rápidas contras.
Sólo hubo un gol en esta etapa fue a los 2 minutos por intermedio de Pablo Martínez, quien definió casi sin ángulo en el único lugar que había para meter el gol, ya en esa segunda etapa defendido por David Riveros (en el primer tiempo atajó Mauro Albertini).
Si decimos que jugadas claras Mendoza de Regatas casi no tuvo, sólo aproximaciones desde lugares incómodos para definir, hablamos de la eficacia defensiva de los hombres marplatenses, una segunda mitad donde las acciones se calmaron y donde los equipos se dedicaron solo a jugar futsal.
Pesquera lo jugó mejor desde la experiencia como equipo y Mendoza de Regatas pagó carísimo su desconcentración del primer tiempo. Un gran partido, dos grandes rivales y el mejor futsal en la ciudad de Rosario.