15 sept 2011

Argentino de Selecciones Juveniles - Rosario perdió frente a Mendoza


Rosario perdió 7 a 1 contra Mendoza por la 4° fecha del Argentino de
Selecciones Juveniles, de esta forma dejó el invicto de 3 fechas que tenía en el torneo.

El partido comenzó parejo en el manejo del juego, pero de a poco los mendocinos se fueron adueñaron de los espacios y a manejar el balón con gran velocidad que hizo llegar tarde, a los cierres a la defensa rosarina.

Pero los borravinos no embocaban el arco, tuvieron varias situaciones claras para convertir pero las fallaron, y en dos contras los rosarinos casi se adelantan en el marcador.

Con el paso de los minutos cuando todo se fue nivelando, los mendocinos
encontraron la ventaja en un remate desde la izquierda que se desvió en un jugador rosarino y descolocó al arquero.

El gol trajo tranquilidad a los dos equipos, a Mendoza por conseguir el tan ansiado y buscado tanto y a Rosario porque se metió definitivamente en el partido, y desde ese momento niveló las acciones, entendiendo la forma de ataque mendocina y generando sus propias situaciones producto de romper la presión impuesta por su rival.

Así tuvo dos llegadas, hasta que una gran jugada entre Manuel González y Martín Schiavo, derivó la pelota la segundo palo donde Mauro Crigna remató sin arquero, pero un jugador mendocino para evitar el gol la tocó con la mano, el penal lo ejecutó Martín Schiavo y puso el empate.


Cuando estaba terminando la primera etapa y parecía que todo se cerraría en igualdad, Mendoza consiguió el 2° gol, luego de una jugada donde el rebote en mitad de cancha favoreció a los mendocinos y terminó definiendo su pivot al palo cruzado del arquero.

En la segunda etapa, ni bien comenzado, nuestra selección falló en dos ataques del rival tomando mal la marca, y eso derivó que en menos de un minuto Mendoza se pusiera 4 a 1, y con esto se tranquilizara en el partido, manejando pelota, tiempo y espacios.

Rosario no decayó en sus intenciones, salió a buscar más adelante, tuvo tenencia del balón y buenos ataques, pero no pudo convertir y el partido se le comenzó a hacer cuesta arriba.

Encima Mendoza no llegaba tanto como en la primera etapa, pero en cada contra convirtió, así llegó el quinto, el sexto y el séptimo.

Los últimos minutos del partido fueron los mejores del rosarino donde pudo dominar a su rival, que ya solo quería que pase el reloj.

Como conclusión se dio un partido extraño desde el resultado, por lo ocurrido en el campo de juego, Mendoza fue más que Rosario, pero no por esa diferencia. Este deporte se define a goles y la contundencia mendocina sacó ventaja a la falta de gol del rosarino.